13 nov 2010

Freedom

La libertad no consiste en elegir cuando morir.

Libertad. “Volver a la madre”. Sumerios acrónicos empezaron a creer en los designios de los hombres. Miríadas de antojos y deseos fusionan cabezas. Piensa en ser libre. En pasear de la mano con Poniente. En el sexo salvaje de Levante. En los cabellos al viento Elíseo que galopan por una llanura trepidante guiados por su suerte. Sueña, y… sé libre. Porque, ¿Cuándo somos más libres que en los sueños? Más que en ese momento en el que Chronos juega con Baco a hacernos delirar bajo el manto estrellado de Apolo. Dejar al inconsciente susurrarnos secretos bizarros en los dedos de los pies helados.

Libertad. Eternamente identificada con el vuelo, aunque los pájaros estén condenados a cruzar los cielos. Hacer pequeño todo lo que nos ahoga en tierra mientras ganamos altura. Adrenalina pura drogando los músculos atrofiados por el peso de la responsabilidad. Devolver al viento una bocanada de aire fresco.

Libertad. Freedom. Vikingos y sajones, sagrados y teutones, con pasados nórdicos de helado amor. Curiosos azares del lenguaje, maldito por la soberbia de los hombres de Babel, rescatan el calor de las noches rozando hojas de papel marchitado. Inmiscuyéndose en los andares de mozas y mozos, demasiados inocentes para saber que serán libres al amar.

"Las palabras están llenas de falsedad o de arte; la mirada es el lenguaje del corazón."
W.S.

Libertad. Mujer desnuda guiando al pueblo. La casaron con la justicia, aunque contra su voluntad. Quiso escapar por la ventana. Pero los pájaros la envidiaron una vez más. Fue perfilando el cielo gris manufacturado hacia una cárcel de ideales. Guillotinas que hacen caer opresiones. Desertores que compraron demasiados miedos. Muchachos compartiendo ratones de embarcadero.

¿Qué nos queda?

Libertades compuestas.

...de pensamiento...

De comercio.

Condicional.

De culto.

De imprenta.

Se perdió el concepto en la nube de la especificación. Y, ¿qué pasa con los soñadores que creemos en la antonomasia?

Los cobardes de frente limpia se arrancan la vida con el filo de una carta.

Los idiotas marcamos con tiza en el suelo nuestro paraíso de ideas, ideales e idealismos.

Las ratas de biblioteca mueren en alguna batalla que termino hace siglos o beben cicuta por su amada.

Pero todos, exceptuando a los que gozan de la falta de juicio que ofrece el libertinaje, tenemos algo en común.

Ninguno elegimos cuándo morir.

Todos elegimos cuándo vivir.

Y, por encima de leyes y paternalismos, cómo hacerlo.

9 oct 2010

Sleeplessness

“La mitad de nuestra vida transcurre de noche… y hay quién piensa que es la mejor mitad”

Porque en la dulce oscuridad de un flexo roto te encuentras a ti mismo sin poder soñar. Buscándote explicaciones que racionalicen el insomnio, las drogas, los besos y el alcohol. Mirando por la ventana las casas ajenas de pesadillas y miedos vecinos. Soñarte despierto. Dormir poco. Llegar tarde… Los días transcurren sin que te den demasiado aviso. Tan solo unas pequeñas líneas en una agenda te recuerdan qué has sido capaz de hacer ese día. Y vuelve a llegar la noche, infinita y desesperante, otra vez.

Y así pasaron tantos años que se te olvidó dormir. Perdiste la costumbre de hacer el esfuerzo de recordar los sueños en cuanto te despiertas, desubicado, en una cama ajena. Con alguien que no conoces a tu lado.

Y ahora te entretienes en mirar por esas ventanas que visitas, como a la espera de escuchar cuentos que hablen de tus aventuras, mientras esperas que te regalen algún dedal. Y mirar como duermen esos desconocidos, y odiarlos. Romper a jirones las sábanas sin hacer un ruido, vendar ojos con ellas y prohibirles despertar.

Es curioso lo onírico de la vida, los momentos de confusión y surrealismo que le dan la gota de limón. Y te hacen dudar… de si realmente, eres tú el que no puede despertar.

17 sept 2010

Culture of Fear

Desde niño te han dicho que un monstruo habita tu armario. Ese terror que abre la puerta de madrugada entre chirridos sordos, asomando una lengua bífida y maloliente que habla verdades irrefutables. Con ojos rasgados, pupilas felinas y colmillos envenenados, te clava la vista para emponzoñar tus sueños.

Lo notas reptar. Esconderse debajo de la cama, entre el polvo y los recuerdos. Alimentándose de hadas muertas que cayeron cada vez que dijiste que no creías en ellas, sólo para no creer en él. Lo escuchas susurrar entre los árboles. Ves su sombra entrando por la ventana, haciéndose la perdida por los cajones de tu cuarto.

Nunca te tocó, ni sus dedos con pústulas acariciaron tus mejillas inocentes. Pero era más el terror de su presencia, el uso de su poder imbuido en demonología, que el propio terror a la muerte que trajera su hálito.

Creces, y la noche se convierte en tu refugio, nadando en ginebra y sacos de sueños rotos. Nunca le olvidaste, y nunca lo conseguirás. Pero has convivido demasiado con él. Te ha visto llorar mientras odiabas a una musa. Te ha visto escribir con rubíes escarlata, siempre desde su refugio de sombras y miedo.

Soportarás su presencia. Tolerarás su ansia por el terrorismo emocional, pues sabes que es un monstruo, y está en su naturaleza.

16 ago 2010

Russell'speech


 

Is this gonna help you decide, America?
Do not turn off the camera!
You’ve seen how quickly I can kill.
Ladies and gentlemen, my name is Russell Edgington, and I have been a vampire for nearly three thousand years. Now, the American Vampire League wishes to perpetrate the notion that we are just like you. And, I suppose, in the few small ways we are. We are narcissists; we care only about getting what we want, no matter what it costs, just like you: global warming, perpetual war, toxically waste, child labor, torture, genocide. That’s a small price to pay for your SUVs and your flat screen TVs, your blood diamonds, your designer jeans, your absurd McMansions!
Futile symbols of permanence to quell your quiver and spineless souls.
But no. In the end, we are nothing like you. We are… immortal. Because we drink the true blood. Blood that is living, organic and human. And that is the truth. The AVL wishes to conceal from you, because… let’s face it. Eating people are hard to sell these days. So they put on their friendly faces to pass their beloved DRA but… make no mistake! Mine is the true face of vampires!
Why would we seek equal rights? You are not our equals. We will eat you after we eat your children.
Now, time for the weather. Tiffany?

1 ago 2010

Come back

Bajas del autobús, aún somnoliento por la cabezada que acabas de dar en el asiento. Las aceras te parecen más anchas. El ajetreo de los transeúntes te perturba. Civiles sin pañoleta te recuerdan que has llegado a la ciudad. Recolectas niños desperdigados y te pones la mochila al hombro; la última ruta. Huele a alquitrán caliente y a comida turca. El sonido de ratas aladas te acerca un paso más a la realidad. Te recuerdan el civismo cuando intentas cruzar una calle sin mirar. Te despides de esos niños que han sido tuyos todo este tiempo, esperando que no cambien demasiado en sus casas y que los reconozcas cuando vuelvan.

Y llega lo más duro cuando te tumbas en tu cama, demasiado blanda. Tan acostumbrado al suelo… coges la postura aprendida para evitar las piedras que moraban debajo de tu tienda, pero no hace falta. Das un par de vueltas pensando lo cómodo que dormiste anoche y lo rápido que ha cambiado todo en 24 horas. Finalmente, el sueño acumulado puede contigo demasiado rápido. Sueñas con pinturas de dedos, noches en un tipi indio, duchas de agua helada, abrazos consoladores, risas en la tienda, el sonido de chicharras durante la siesta, el olor de la cocina, vacas sonámbulas, mirar hacia el mástil al atardecer, las canciones bajo una lona naranja, las conversaciones con el Rey Loui, los abrazos espontáneos de un esculta, los consejos de campamento rápidos y eficaces, los cronometrajes, los cortes de pelo improvisados, dos rutas en soledad, historias para hacerlas dormir, sujetárbolandia, hablar de otros años con gente que los vivió contigo…

Y abres un ojo a las 9.55 como por arte de magia, miras el reloj y piensas “Voy a llegar tarde al acto comunitario”. Pero nadie te estará esperando bajo tres banderas, nadie te hará café off the record, nadie gritará que te afeites y nadie cantará bajo una lona naranja.

Pero esos sueños duraran un tiempo y los disfrutarás, hasta que la ciudad te absorba tanto que sólo puedas recordarlo en otros campamentos por venir.

Y repetir cada año la misma historia… por favor.

8 jul 2010

Five Seconds

Hoy has estado a cinco segundos de morir. Es curioso cómo el tiempo puede jugar con nuestra vida con un margen tan pequeño, desdibujando los nanosegundos para entretenerte en tu camino lo justo y lo necesario. Es más que perturbador que yo haya muerto en esa explosión y tú te hayas salvado por haber crecido.

Viste, igual que todos nosotros, como esas cinco personas cerraban la persiana metálica tras de sí. Como empezaban a aparecer los graffitis a modo de créditos finales de una película (la mía, por ejemplo). Viste sus zapatillas de reojo y te preguntaste la de trastos que tenía que haber ahí dentro para que esos cinco hombres tuvieran que quedarse pegados a la persiana al cerrarla. Me viste... o por lo menos me miraste de reojo. Supongo que te llame la atención, porque tus prioridades han cambiado mucho últimamente. Desechaste esa bolsa de plástico que de una forma muy particular giraba como en una danza delirante, pero a mí si que me miraste.

Si te soy sincera, me turbó un poco mi mirada reflejada en tus ojos. Sonreí al suelo y noté mis carrillos subir de temperatura. Duró lo suficiente para que me enamorara de ti. Y no hay mejor forma de morir que en lugar de alguien a quién amas, aunque sólo haya sido un segundo.

Pude ver en slow motion como salían lenguas de fuego por debajo de la persiana. Pude notar mis pies quemados y la rápida combustión de mis medias. Un instante después noté que algo afilado me cortaba la cara y mucho calor. En algún momento me desmaye, y pocos segundos más tarde... morí.

Tú saliste despedido hacia delante, tu bolsa de deporte amortiguó el golpe contra el suelo. Tus rodillas se abrieron ensangrentadas y te partiste el labio con algún resto de la explosión. Miraste hacia atrás sin ni siquiera haberte incorporado y viste las llamas ascendiendo hacia el cielo. El coche aparcado enfrente tenía las ventanillas rotas y un árbol cercano había prendido. No me pudiste ver porque la ceniza tapaba mi cuerpo, mi cara... aún sonrojada por tu mirada.

Más tarde te sorprenderías de la rapidez de actuación que tuviste en aquel momento. Pusiste a salvo a la gente herida. Hiciste una fugaz valoración de los daños y corriste a socorrer a la gente que más te necesitaba. Ahora sé que mis ojos se te aparecerían en sueños durante tanto tiempo que los buscarías al final de muchos vasos.

Es muy curioso... si nos hubiéramos cruzado hace no mucho tiempo habríamos muerto ambos. Tú por llegar tarde y yo porque era mi hora. Si hubieras andado más lento para regocijarte en aquellos detalles en los que ya no te fijas, si hubieras mirado a las copas de los árboles buscando una hoja sin peinar; si hubieras bailado con aquella bolsa; si hubieras parado a leer una verdad en alguna pared...

...habrías muerto.

4 jul 2010

Crisis


Lo más complicado es arrancar. Notas como los engranajes chirrían al empezar a girar, como duele la sangre al volver a fluir por los dedos. Es difícil explicar una sensación que has vivido anteriormente y que te fuerzas en mantener en el recuerdo porque te hace sentir vivo. Más tarde podré volver a dejar fluir los pensamientos incoherentes, usando nexos que los articulen para darle forma, sentido, objetivo e historia.

Por ahora, puedo decir que la crisis de la existencia humana ha dado pie a tantas odas sin verso que las rimas están aburridas de buscarse entre ellas. Junto palabras sin sentido en un conjuro vacuo de magia para deslumbrar algún atardecer. Llegó la hora de las brujas.

Puedo – y quiero – volver a sentir que los faunos me poseen. Que los espíritus agrestes que antaño me susurraban épicas historias no han muerto en el olvido de la lógica. Que sigues estando ahí, con tu velo partido y tu sonrisa de lado. Que marco la diferencia de los capitales con la pluma, en un gesto descuidado a altas horas de la madrugada.

[La deconstrucción de la lírica]

La formulación de la vida sin genética cuantitativa. Los momentos en que me arrastra el torrente de lo efímero dejándome un regusto durmiendo en mi boca. Más agrio que mi particular hiel, más dulce que las almohadas de un harén.

Los párrafos se amontonan sobre mi letra, nítida y clara para un loco, como siempre lo ha sido. He tenido la suerte de vivir el momento con el cual Ende fabulaba: cuando los antiguos reyes, ahora cegados por el poder de la corrupción, jugaron al azar para encontrar la más hermosa historia jamás contada, la mía. Una historia tan interminable que se ve la nuca.

Pero, finalmente, ¿qué nos queda? Tirar los dados otra vez, buscando en esta crisis esos nanosegundos de lucidez en los que podemos leer el libro que nos narra.